
Quisiera decirte tantas cosas, pero me faltan y me sobran palabras, me falta tu sonrisa cada mañana, tu mirada al comenzar el día, tus labios cuando me susurraban palabras, tus gestos que hacían que te adorara.
Me gusta acariciarte con mis palabras, porque en este mundo virtual donde no existe la piel sino las sensaciones, solo ellas pueden llegar hasta ti y hacerte sentir lo que siento...
Me gusta halagarte, porque despiertas mi deseo, porque provocas mi ternura, porque mi tiempo transcurre construyéndote en el sueño del momento compartido, en la necesidad del refugio de tu piel...
Me gusta soñarte, porque te siento aún sin sentirte, porque te veo aún sin verte, porque te espero y te seguiré esperando...