sábado, 8 de mayo de 2010

Dulzura de mujer



No sabes cómo, pero me cuelo en tus sueños.
Soy capaz de saber que eres tú incluso con una venda en los ojos. Me basta con aspirar tu aroma, o apoyar la punta de la lengua sobre tu piel.
Me se tu esencia, se ha colado por todos los rincones de mi ser hasta instalarse en mi subconsciente, igual que yo me he instalado en el tuyo....

Hoy quiero acariciar tu cuerpo tendido, no dejarte tocar el mío así tu piel me reclame mientras no dejo de acariciarte...

Hoy tengo ganas de recorrer el infinito de tu cuerpo, tengo ganas de saborear el néctar de tu sexo, hoy tengo ganas de adentrarme en ti y sentir el sabor de tu piel en mis labios...

Hoy tengo ganas de sentir como te convulsionas, como me convulsiono, dándole rienda suelta al placer y al final hacer explotar el alma para fundirnos en uno solo...

Hoy te poseeré hasta el cansancio, hasta que llores de placer, aunque sean solo momentos, nuestro amor siempre será eterno...

6 comentarios:

  1. Disfruta de cada momento de pasión. Disfruta de la comunión entre ambos.

    Néctares

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  2. Tengo sueño y hambre de ti, pienso en tus manos en acariciarlas con mis labios...

    Y me has emocionado con tu hermoso poema, de amor, de pasiòn....

    Bello Alfonso, muy bello.

    Un beso.

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  3. Me encanta que sientas asi.

    El saberte feliz me hace pensar que vale la pena, en ocasiones sufrir un poquito por amor.


    Un beso Alfonso


    pd) Te dejé un cariño para ti en mi blog, no me olvidé, estaba esperando a que reaparecieras

    Feliz fin de semana vecino!!!!

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  4. aderezada con leche de almendras y unas gotitas de licor...

    así le espero
    esta noche más que nunca

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  5. Mis felicitaciones por saberte feliz a su lado por fin, saludos querido amigo.

    Bello muy bello.

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  6. El día que te conocí no podía imaginar que me enamoraría de tí.
    Has entrado en mí sin yo quererlo, sin pensarlo,y sin saber como ahora te llevo conmigo. Me llenas y me vacías...
    Si me miras me pongo nerviosa, y si no lo haces me falta el aire.

    Miriam León

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