Me gustaría tenerte dormida entre mis brazos y contemplarte así indefensa a mis deseos, me gustaría seguir en este sueño, sin pensar en nada, sin pensar en nadie. Eres mi secreto lejano, tierno, próximo y divino.
Te siento, te veo, te sueño, pero no olvides que tengo desnudos mi alma y mi cuerpo. Presiento que esta noche serás otra vez mi cómplice y entrarás de nuevo en mis sueños.
Pensé que amor era solo una palabra que alguna vez tuvo significado en mi vida, que jamás volvería a sentirlo, que toda la pasión que quedaba dentro de mi mente y de mi cuerpo era un sueño, un deseo…
Me pregunto una y mil veces cuál será el sabor de tus besos, te sueño dulce de suaves labios recorriendo mi piel. Seguiré imaginándote en mis sueños, seguiré que riéndote en mis sueños, pero perdóname por todos mis errores por mis mil contradicciones, discúlpame por quererte igual que antes….
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