Algunas personas confunden el amor con los celos, el control, las exigencias excesivas. El amor no debe doler, el amor implica confianza, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, el amor consiste en compartir la vida con alegría.
El amor nos sorprende, nos asalta por sorpresa, nunca sabemos dónde puede encontrarnos, dónde puede asaltarnos, llega como un torbellino, nos inunda y no somos capaces de huir de él. Cuando ese momento llega un mar de dudas y sensaciones nos envuelven, nos atrapan y no sabemos qué camino tomar, que decisión es la correcta…
Hoy quiero dedicar estos pensamientos a una mujer que está sufriendo. Una gran mujer, luchadora, alegre, vital, tierna, dulce que se encuentra ante un gran dilema quizá no sea capaz de hacerle llegar el ánimo que necesita, quizá mis palabras no logren más que confundirla, pero quiero que sepa que no está sola, que siempre tendrá cerca una mano amiga.
La vida está llena de caminos por decidir si caminarlos o no, todo depende de uno, elegir el camino a seguir, el rumbo a tomar a veces no es fácil.
Tu tienes la magia que encierra mi corazón, la dulzura de amar con pasión, las ganas de ser deseada de la misma forma, tu tienes mis caricias, mis palabras, mis suspiros. Tu tienes lo que encierra mi alma, mis futuros momentos, tienes mi corazón en tus manos.
Pero cuál es el delito, amar sin límites, dar el máximo, apoyar sin medida.
Cuál es el delito, buscarte cuando te necesitaba, llamarte por teléfono solo para decirte que te quiero, esperar amor del bueno, no hay delito en amar, no hay delito en esperar un beso, en aguardar una dulce palabra, no hay delito en ansiar la ternura.
Como quisiera ser yo el que navega en tu mente, y no quisiera ser el que sufre por no tenerte, como quisiera poder borrar la distancia, y poder decirte……
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